domingo, 17 de julio de 2011


Y entonces... la puerta se abrió.
Antes de lo esperado. Más fuerte de lo esperado.
Y ella salió lentamente, con esa aura azul característica.

Kirie sonrió por la rápida recuperación mientras Sae no sabía lo que había pasado y vivía en el desconocimiento más absoluto. Parecía ser la única que no sabía que había un hombre en el pueblo. Y que ese chico buscaba a Reika... y Reika a él.

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