Soy una cobarde.
Una gran cobarde que prefiere callar antes que gritar y señalar sin miedo.
Soy tan cobarde... que he llegado a ser falsa por no perder a gente que me rodea.
Pero me cansa todo ya.
Quiero señalar como lo hacen todos, cabrearme como cualquiera...
Admito que odio los gritos, peleas y malos rollos. Pero creo que sabré hacer las cosas suficientemente bien como para que no les pierda a todos.
Además. Hay gente que ya me perdió. Aunque palabras no se cruzaran.
Esas personas no tendrían derecho a volver hacia mi cabreados por mi... "actitud".
Sería de hipócritas. ¿No?
Y es más.
Éste, es mi mundo. Aquí mando yo.
Y no quiero que las personas a las que les importo una mierda me acompañen.
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