sábado, 4 de agosto de 2012

Aún admito que sigo sorprendida de que me miraras con una sonrisa.
¿No me lo recordarás el día que discutamos...? ¿Me lo has perdonado para siempre?...


Me has dado una bofetada sin mano. En el sentido de haber aprendido que eres una buena persona que no quiero dañar de ninguna manera. 

Ahora no te puedo cuidar. Pero lo haré.

Pronto.

Si debo ir a tu puerta a esperar, lo haré. Bastará con verte un segundo para sobrevivir.
No puedo alejarme de tus ojos tanto tiempo...
Me cuesta totalmente... pero en lo malo, no podría vivir un mes sin ver que estas físicamente bien, que tus ojos no han cambiado y que siempre brillan. 
Recuerdo lo que dijiste de que gastaría dinero a lo tonto; no es así. 

Voy a estar al pie de tu ventana.
A mi esta batalla no me la ganan como la anterior...

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