Aún con miedo... pero junto a buenos consejos externos.
El alma de aquel que alguna vez abriera esa puerta y entrara en mí sin ningún miedo, me habló y aconsejó sobre el nuevo bombeamiento que hay en mi.
Ahora miro con más claridad.
No debo mostrarme débil... no puedo.
Nadie me va a ganar, nadie va a entrar.
Si quieres entrar en mí... lucha, pelea, déjame conocerte... pero no me bombardees.
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