No, lo siento.
No soy un juguete. No soy de nadie.
No obedezco a órdenes que no se den en una cama.
No me quedaré con mi culo eternamente aquí.
No quiero que siga creciendo.
Porque lo hace... pero vosotros no vais a pagarme el arreglo. ¿No?
Lo siento.
Soy egoísta.
Necesito descansar en mi cuarto. Lejos de todo y todos.
Al final de cuentas, nadie va a ser tan anormalmente generoso para pagar nuestra renta.
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