¿¡Pero de que coño me quejo!?
En un pasado veía lo mismo y no me quejaba. Veía la prueba de mi futuro y no la quería creer.
Ahora, volviendo atrás, a ese pasado que parecía cálido... una descubre que todo fue una tradición de sucesos que no pararán nunca de ocurrir.
Sólo cambiarán los nombres.
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